La productora de té Beatriz Piñeiro es una de las ponentes del Congreso Internacional de la Camelia, durante el que obsequió a la princesa imperial Tamakado
El 25 Congreso Internacional de la Camelia que se celebró en Tokio se convirtió en un escenario de intercambio cultural y científico, donde la productora gallega Beatriz Piñeiro hizo uso de la flor Tsubaki, un símbolo de belleza y longevidad en Japón, para impulsar un puente entre dos culturas: la tradición nipona y la última innovación con sello gallego.
Beatriz Piñeiro mantuvo un encuentro con la princesa imperial Takamado. «Acudió a la inauguración del congreso y vino a la cena. Quería obsequiarla con la camelia Tsubaki&Co. Éste es el nombre de mi empresa y además la palabra tsubaki significa camelia en japonés»
Durante su conversación, Piñeiro tuvo la oportunidad de presentar su proyecto, el Pazo Quinteiro da Cruz que encabeza y su jardín de excelencia internacional. La princesa mostró un gran interés en el diseño de la camelia y en el enfoque sostenible del trabajo de la productora gallega.
Por otra parte, la ponencia de Beatriz Piñeiro en el congreso internacional, titulada «Formulation of sunscreen cosmetic creams with antioxidant ingredients from camellia sinensis waste» (Formulación de cremas cosméticas de protección solar con ingredientes antioxidantes procedentes de residuos de Camellia sinensis), capturó la atención de los asistentes.
Piñeiro explicó cómo su proyecto busca transformar los elementos de la Camellia sinensis en cosméticos orgánicos. Esta iniciativa no solo reduce el desperdicio, sino que también aprovecha las propiedades antioxidantes de la flor emblema de las Rías Baixas para proteger la piel de los daños causados por la radiación ultravioleta y otros factores ambientales
La iniciativa desarrollada en colaboración con el grupo de investigación de biomasa de la Universidad de Vigo que coordina la catedrática Herminia Domínguez, se basa en la investigación científica y la aplicación de principios de la economía circular.
Se analizaron diferentes volúmenes antioxidantes y su impacto en la hidratación, textura, colágeno, arrugas, sensibilidad y pigmentaciónde la piel.
El plan se estructuró en dos fases. La primera involucró a un pequeño grupo de voluntarios para ajustar los controles y determinar qué partes de la camelia eran más beneficiosas para la piel. La segunda, con un grupo más amplio de participantes de diferentes edades, se centra en desarrollar cremas con propiedades antioxidantes y protectoras contra la radiación solar.
«Con el cambio climático estamos más expuestos a los rayos ultravioleta, cambios de temperatura, temperaturas más altas etc y hacemos uso de jabones abrasivos que eliminan la barrera de protección con la piel; mientras que con este proyecto buscamos desarrollar cremas naturales, sin insecticidas o plásticos, totalmente orgánicos. Y para ello se hace uso de la camelia, que tiene grandes beneficios, especialmente ingredientes antioxidantes»
La estancia de la productora gallega en Japón incluye asimismo visitas a plantaciones y jardines orgánicos a fin de intercambiar conocimientos sobre el cultivo y elaboración del té, que ahora se presenta como un nuevo recurso para Galicia.